La Lucha y el Amor de una Madre: El TDAH de Valentino y un Llamado a la Empatía y la Comprensión

En el Día Internacional de Concientización sobre el TDAH, Paula Molina comparte su conmovedora experiencia como madre de Valentino, de 13 años, y ofrece una perspectiva íntima sobre los desafíos y triunfos de vivir con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. 

En el marco del Día Internacional de Concientización sobre el TDAH, Paula Molina, una madre coraje, alza su voz para visibilizar la realidad de las familias que transitan el camino del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Su hijo, Valentino, diagnosticado a los siete años, es el centro de una historia que pone de manifiesto la necesidad de mayor empatía, comprensión y recursos en la sociedad y el sistema educativo.

 

Los Primeros Signos y un Diagnóstico Crucial

Paula relata que los síntomas en Valentino comenzaron a manifestarse mucho antes del diagnóstico formal. "Desde chico hubo síntomas que me llamaban la atención", confiesa. La selectividad extrema en las comidas, la dificultad en la escolaridad, la hiperactividad y la falta de atención eran señales tempranas. Sin embargo, fue el surgimiento de crisis de agresividad, incontrolables y duraderas, lo que la impulsó a buscar respuestas más allá de diagnósticos superficiales.

Tras una primera consulta que atribuyó los problemas a "falta de límites", Paula, con la intuición de madre, decidió grabar las crisis de Valentino. Esos videos fueron clave para que el Dr. Simón Giglioni, el médico que hoy acompaña a Valentino, finalmente diagnosticara TDAH. "Ahí pude investigar lo que era, los síntomas y pude entender un poco a mi hijo de lo que estaba pasando y comprenderlo", explica Paula, destacando la importancia de un diagnóstico preciso para empezar a transitar el camino correcto.

 

La Batalla por la Escolaridad: Un Sistema que no Escucha

Uno de los mayores desafíos para Paula y Valentino ha sido la escolaridad. Después de la pandemia, Valentino no pudo continuar en la escuela convencional. La lucha por una maestra domiciliaria fue ardua y, a pesar de haberla conseguido por un breve período, les fue retirada. "Hoy estamos con certificado médico, sin maestra domiciliaria, sin que nadie nos entienda", lamenta Paula, quien ha golpeado innumerables puertas en busca de soluciones.

Valentino, con 13 años, debería estar cursando quinto grado, pero la falta de adaptaciones lo ha dejado fuera del sistema. Paula describe la angustia de su hijo al intentar ir a la escuela, manifestando agresividad y pánico. "Él se sentía como asfixiado, le dolía la cabeza, se aturdía, a veces iba al patio y había mucha gente y se mareaba", revela Paula, quien tardó años en comprender la raíz de la resistencia de su hijo. Para el sistema educativo, el argumento es la "sociabilización", pero para Valentino, la escuela se convirtió en un entorno de ansiedad y sufrimiento.

 

Avances y Desafíos en el Tratamiento

Afortunadamente, Valentino ha mostrado una notable mejoría. Tras años de medicación desde los siete, este año pudo dejarla. "Valen ha cambiado un montón, está mucho más tranquilo, más amoroso, habla mucho más, entiende, me cuenta lo que le pasaba en la escuela", comparte Paula con emoción. Esta estabilización de su salud mental es hoy la prioridad para su madre. "Hoy priorizo la salud mental del nene, que mi hijo se estabilizó y está sin medicación, para eso, para mí es un lograzo", afirma.

Sin embargo, la falta de comprensión persiste. Paula denuncia la escasez de herramientas y formación en los docentes para abordar el TDAH y otros trastornos del neurodesarrollo. "Lo que falta acá es que en donde vayan a estudiar vayan más herramientas... que se enfoquen más en las problemáticas que hay hoy", enfatiza, abogando por una educación más inclusiva y adaptada a las necesidades individuales de cada niño.

 

Un Mensaje de Empatía y Concientización

En este día tan significativo, Paula Molina insta a la sociedad a la empatía y la reflexión. Critica la falta de escucha de las autoridades y la tendencia a juzgar sin comprender la complejidad de estas situaciones. "Hay gente que es cruel y que te critica y que te dice cómo no podés llevarlo a la escuela, y no, te juro que no", expresa con impotencia.

Finalmente, Paula deja un mensaje crucial para padres y madres: "El tema del celular daña mucho... que los controlen a los chicos". Subraya la importancia de la paciencia y de consultar a profesionales si se observan señales inusuales en los niños. "No es nada grave, a veces puede salir bien y a veces puede salir mal, pero que sacas esa duda", concluye. Su testimonio es un poderoso recordatorio de que detrás de cada diagnóstico hay una historia, una familia y una lucha que merecen ser escuchadas y comprendidas.

 

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