El aire que respiramos: Gualeguaychú se suma a un proyecto científico pionero en el país

El Laboratorio de Estudios Atmosféricos de Argentina instala una red de sensores de última generación para medir la calidad del aire en Gualeguaychú. Este innovador proyecto, que se extenderá por seis meses, busca identificar las fuentes de contaminación y sentar las bases para políticas públicas efectivas, siguiendo el exitoso modelo implementado en la provincia de Tucumán. 

 

Un Diagnóstico Invisible: El Monitoreo en Tiempo Real

El Dr. Rodrigo Gibilisco, investigador del Laboratorio de Estudios Atmosféricos, lidera un ambicioso proyecto en Gualeguaychú para establecer una red de monitoreo de la calidad del aire. A pedido de la Municipalidad, a través de la subsecretaria Ivana Zecca y el director de Espacios Protegidos, Juan Solari, se inició una colaboración que ya ha dado sus primeros frutos.

"Estamos midiendo material particulado, partículas del orden de micrómetros que no se ven, pero se inhalan", explica el Dr. Gibilisco. Estas partículas, que provienen de la industria, la combustión de vehículos o incendios, son un riesgo silencioso que puede causar enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cerebrales.

Además, la red monitorea gases contaminantes como óxidos de nitrógeno, ozono, y compuestos azufrados y orgánicos volátiles, buscando identificar posibles fuentes de olores o emisiones inusuales. La tecnología utilizada es de última generación y envía los datos minuto a minuto a una plataforma del laboratorio, permitiendo un análisis en tiempo real.

 

Identificando los Puntos Críticos

Un estudio previo del laboratorio identificó las principales fuentes de potencial contaminación en la ciudad. El Parque Industrial es uno de los puntos clave, ya que la actividad fabril genera compuestos orgánicos y cenizas. Allí se instaló uno de los sensores, junto a una estación meteorológica para interpretar cómo los vientos dispersan las emisiones.

El tráfico vehicular y la actividad urbana en general también son considerados una fuente significativa de contaminantes. Por ello, se colocaron sensores en el casco urbano, en las cercanías del ex-frigorífico y en el barrio Don Pedro. Esta distribución estratégica busca obtener una imagen completa de la calidad del aire en la ciudad.

El proyecto se extenderá durante seis meses. "Es fundamental tener un monitoreo prolongado para evitar sesgos. Si hiciéramos mediciones por solo una hora, podríamos perder episodios de contaminación que ocurren en otros momentos", detalla Gibilisco. Este período permitirá un análisis detallado de la situación y la identificación de patrones de emisión.

 

El Caso de Tucumán: Conciencia y Consecuencias Legales

El Dr. Gibilisco destaca que el proyecto de Gualeguaychú se basa en un exitoso precedente: la red de monitoreo implementada en Tucumán. Esta provincia, considerada una de las más contaminadas del país, ha visto resultados tangibles gracias a la iniciativa "Bridge to Change", financiada por la Fundación Alexander von Humboldt de Alemania.

Los datos recolectados en Tucumán demostraron que, en invierno, la contaminación superaba hasta seis veces los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Pudimos determinar que el pico de contaminación en el mes de agosto estaba relacionado con la actividad agronómica del cultivo de la caña de azúcar y el limón", explica Gibilisco.

Con esta evidencia científica, las autoridades pudieron actuar. "El debate se hace mucho más simple y se puede avanzar más rápidamente porque se reconoce dónde está el problema", afirma el científico. La información ha sido tan contundente que la justicia de Tucumán ha iniciado investigaciones contra al menos cinco personas por quemas intencionales en sus campos, violando la ley.

 

Las Quemas en el Delta y la Conciencia Invisible

El Dr. Gibilisco enfatiza que la contaminación no conoce fronteras. "El aire no conoce fronteras políticas", advierte, recordando cómo el humo de incendios en el Amazonas o las persistentes quemas en el Delta del Paraná pueden afectar ciudades a cientos e incluso miles de kilómetros de distancia.

Para el investigador, uno de los mayores desafíos es que la contaminación del aire es en gran parte invisible. A diferencia del agua sucia, que es evidente, el aire contaminado se manifiesta con el tiempo en problemas de salud. "Es importante que empecemos a tomar conciencia de que esa cosa invisible que anda en el aire... puede estar generando problemas mucho más grandes", concluye.

Este proyecto en Gualeguaychú no es solo una medición científica, sino una herramienta para la acción. Con datos en mano, las autoridades locales tendrán la información necesaria para implementar políticas de prevención y remediación, asegurando un futuro más saludable para sus ciudadanos.



Autor: JAVIER VILABOA

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