La muerte de la pequeña de 3 años en el trágico incendio que tuvo lugar el lunes pasado a pocas cuadras del Corsódromo, conmovió a la comunidad de Gualeguaychú.
Junto a la impotencia por la pérdida de Milagros, los trascendidos en torno al contexto de vulnerabilidad en el que vivía la niña, abrieron en las redes un debate sobre el rol de los organismos del Estado en cuanto al seguimiento de este tipo de situaciones.
La Justicia investiga el contexto en el cual Milagros quedó expuesta a este fatídico final, habiendo obtenido ya la confirmación de los médicos forenses a cargo de la autopsia del cuerpo sobre la causa de fallecimiento -inhalación de monóxido de carbono- y el resultado de la pericia de Bomberos Voluntarios sobre el origen del fuego -un cortocircuito en la precaria instalación eléctrica de la vivienda- resta profundizar sobre las responsabilidades de quienes, estando a cargo de Milagros, la dejaron sola en la vivienda bajo candado.