Por iniciativa del bloque oficialista, hace poco más de tres meses, el Concejo Deliberante aprobó el Cupo Laboral Trans para el sector público de la Municipalidad de Gualeguaychú, sus organismos descentralizados, las empresas subsidiadas por el Estado Municipal y las empresas privadas concesionarias de servicios públicos.
Es una ordenanza que marca el camino y que, junto a otras tantas decisiones del gobierno municipal, empieza a dar respuestas concretas a un sector de la sociedad que durante muchos años sufrió el desamparo y la persecución.
Ahora, todos los organismos y empresas alcanzadas por la normativa deberán ocupar personas travestis, transexuales y transgénero en una proporción no inferior al 1,5% de la totalidad de su personal. Se estableció la creación del Registro Único Voluntario de Aspirantes Trans (RUAT) para facilitar la incorporación, y otorga un descuento en la Tasa Municipal a los privados que garanticen la contratación de esta población en un mínimo del 1% de la totalidad de su personal. Y, además, se estableció la prioridad de contratación a las cooperativas que garanticen el 1% de cupo trans, siempre que las obras a realizarse no estén sujetas a licitaciones públicas.
Con este marco legal vigente, en enero comenzaron a trabajar en el Municipio dos mujeres trans: Carol y Victoria. Quienes, la semana que comienza cobrarán su primer sueldo como trabajadoras municipales.
“Nunca tuve un trabajo formal, siempre fuimos discriminadas y el Estado jamás se había acordado de nosotras. Fueron muchos años de lucha que, finalmente, empiezan a dar sus frutos. Estoy muy agradecida y muy contenta por el lugar en el que estoy trabajando, y con la gente que tengo al lado”, expresó Carol, quien, desde principio de enero cumple funciones en la Oficina de Empleo municipal.
Nunca tuve un trabajo formal, siempre fuimos discriminadas y el Estado jamás se había acordado de nosotras
Su vida fue realmente muy dura. Nunca fue aceptada por su padre, por su condición de género, se quedó sin donde vivir y, como la mayoría de las mujeres trans, tuvo en la prostitución la única herramienta para sobrevivir.
“Ya soy grande, he pasado muchísimas cosas feas, la persecución de la dictadura militar, por ejemplo, y es la primera vez que un gobierno se acuerda de nosotras. Es muy emocionante, sobre todo para las chicas de ahora y las que vienen”, agregó.
Por su parte, Victoria, quien es jugadora de vóley e ingresó a la Dirección de Deportes tras ser aprobado el Cupo Trans, también se mostró muy agradecida de tener esta oportunidad. “La discriminación laboral es muy grande todavía. Nosotras venimos de ser discriminadas, primero, por la familia, que se termina acostumbrando y aceptando, aunque no siempre. Después, en la escuela, entonces muchas dejan y no pueden seguir formándose. Y después por el mercado laboral, que te cierra todas las puertas por el sólo hecho de ser lo que tenés ganas de ser”, expresó la joven.
Que sea el Estado el que nos abre estas puertas es muy importante para todo el colectivo, no sólo para las mujeres trans
“Todo ese maltrato te hace sentir menos persona que los demás, más si estás pasando por ese momento, que generalmente es la adolescencia, en el que todavía estás en la búsqueda permanente de lo que sos. Entonces, que sea el Estado el que nos abre estas puertas es muy importante para todo el colectivo, no sólo para las mujeres trans”, remarcó.
Una de las responsables del área de Género y Diversidad, Manuela González, destacó la importancia del Cupo Laboral Trans, que “estipula un porcentaje mayor a la media nacional, que es del 1%”, y aseguró que “todavía hay mucho camino por desandar”.
“La meritocracia no aplica si no hay igualdad de oportunidades. Entonces, nosotros no podemos contratar solamente a aquellas personas que tienen formación académica, sabiendo que de las 50 personas trans mayores a 18 años que hay en la ciudad, 45 no la tienen. Carol es un buen ejemplo y por eso lo celebramos. Porque si no el sistema sigue excluyendo, como lo ha hecho históricamente”, expresó quien es la primera funcionaria trans en la historia de Gualeguaychú.
“En todas las instituciones siempre hay relaciones de poder, y generalmente se impone el criterio hetero cisnormativo, binario, biologicista, que deja afuera a todas las identidades disidentes, que no cumplen la norma de ser varón o mujer, y de lo que la sociedad espera de ese varón o esa mujer. Y el Estado no queda por fuera de esas instituciones, por eso es tan importante que se deconstruya. El Cupo Laboral Trans es, sin dudas, justicia social, pero también forma parte de las políticas transfeministas que han llevado a cabo muchas compañeras, que han visibilizado a una población a la que históricamente se le negaron los derechos que tiene cualquier ciudadano”, sintetizó la funcionaria.
Por otra parte, Renzo Peruzzo, director de Personal municipal, destacó: “Se capacitó, previamente, al personal de la Dirección y se registró en el RUAT a cerca de 50 personas trans. Fue muy interesante, porque, además de las aptitudes laborales y perfiles, todas y todos pudieron contar su historia de vida, lo que han hecho hasta ahora y lo que les gustaría hacer. Fue un trabajo muy humano, que creo que nos fortalece mucho como área municipal”.
“Pudimos trabajar en forma coordinada junto al área de Diversidad, lo que nos aportó mucho conocimiento nuevo y, como pasa en este tipo de casos, una mayor sensibilidad sobre los demás. Fue un proceso novedoso, en un tema que es también muy nuevo para muchos de los y las trabajadoras municipales. Pero, sin dudas, fue totalmente positivo y rico para todos”, aseguró.