Te compartimos los principales detalles de la vida de Elena de Constantinopla, una mujer de fe y gobernanza que cambió la historia de la humanidad.
Año 248 -250 | Nace en la Aldea de Depranum - Bitinia (actual Helenópolis) Elena/Helena, en el seno de una familia pagana, dueña de una modesta posada según diferentes historiadores.
Año 272 | Contrae matrimonio con el emperador Constancio Cloro.
De esta unión, nace Constantino I y en el año 293, el matrimonio se rompe definitivamente, por iniciativa de Constancio, para casarse con otra mujer. Elena es desterrada y separada de su hijo, con quien se reencuentra en el año 306, a la muerte de su ex esposo. Pasa entonces a vivir en la corte imperial.
Es entonces nombrada Emperatriz Augusta, el cargo más alto que una mujer podía ostentar. Para este momento decisivo, Elena ya se había convertido al cristianismo y eran conocidas sus obras de caridad en las comunidades creyentes. Su influencia fue decisiva en la conversión de Constantino y la proclamación del Edicto de Milán en el año 313, poniendo fin a las más cruentas persecuciones religiosas contra los cristianos luego de más de una década.
Hacia el 326, Elena emprende una peregrinación a los lugares santos, donde habría encontrado las principales reliquias de la pasión de Jesús de Nazareth. Estos hechos la convirtieron en patrona de la arqueología luego de su muerte, ocurrida en el año 328, un 18 de agosto. Para entonces, eran muchas las estatuas, monumentos y monedas acuñadas con su figura que se conservan hasta hoy.
En el año 2019 fueron hallados en Roma fragmentos y espacios de su antiguo palacio principal - Sessorium -, junto a fuentes termales y efigies que la representan. Es además, considerada santa por la Iglesia Católica, Ortodoxa y Anglicana.